El accesorio dental más común en la boca es una corona. Ya sea una lesión dental, caries o la finalización de un procedimiento de endodoncia, las coronas dentales juegan un papel integral para ayudarnos a arreglar su sonrisa. Hay varias razones por las que animamos a nuestros pacientes a elegir coronas dentales. Aparte del hecho de que se ven como dientes naturales, también es mucho más fácil acostumbrarse a ellos y hacen que masticar comida sea muy fácil.
Simple, duradero y eficiente
Muchos pacientes suelen preguntarnos si las coronas son complicadas y requieren varias sesiones para colocarlas. También creen que es un procedimiento invasivo. Esto, sin embargo, está lejos de la verdad. Arreglamos una corona dental con mínima invasión y sus dientes estarán como nuevos en pocos días.
Una vez que la corona dental esté colocada en su boca, se acostumbrará en unos días. La mejor parte de la corona dental es que no requiere procedimientos de mantenimiento o limpieza por separado. Estos son versátiles y se pueden colocar en casi todos los dientes de la boca. Ya sea que sufra una fractura dental o un astillado o incluso un diente roto o decoloración, podemos diseñar la corona perfecta para cubrirlo.
Llevar una corona en el momento adecuado
Recomendamos esperar después de cualquier procedimiento dental o lesión. Esto generalmente se debe a que hay mucha hinchazón en el área. La corona dental requiere una medición precisa. Esto no es algo que se pueda hacer con una hinchazón o inflamación existente. Las coronas son duraderas y, si las mantiene bien, puede usarlas hasta por 30 años. Si desea obtener más información sobre las coronas, llámenos o programe una cita de inmediato.